miércoles, 19 de octubre de 2011

Las mañanas en el lago





Hay mañanas en las que extraño el lago, en las que me despierto en medio de la noche con lo kakaraqueos del gallo loco que vive al lado. Me despierto y pienso que voy por esos rumbos, que es hora de ir a escuchar los bostezos matutinos de los animales del bosque. Recuerdo que huele a yerba fresca en aquellas horas en las que el sol aún no sale... recuerdo que me gustaba ese olor y ese griterío de bestias a medias dormidas, a medias excitadas por el frío antes del alba... y la soledad de la caminata por el sendero de adoquín... en completa obscuridad en medio de árboles viejos. A la izquierda el lago despertando, lleno de vapor y de patos que quaquean con total libertad mientras abren los ojos al nuevo día... a una nueva vida.

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